Harry Redknapp, un famoso técnico de la Premier League, dice que los jóvenes ingleses son demasiado blandos para el fútbol de alto nivel.
Y como si lo oyera, el seleccionador Fabio Capello presentará el miércoles ante España un equipo bastante maduro: nada menos que quince de los 23 jugadores seleccionados tienen más de 27 años.
El lunes 9, Capello todavía rumiaba sobre la conveniencia de llevar a Sevilla a David Beckham, un veterano de 33 años.
El asunto preocupa mucho a los comentaristas ingleses, porque este plantel todavía debe recorrer bastante camino hasta el Mundial de Sudáfrica.
En contraste, el seleccionador español Vicente del Bosque ha convocado a Busquets (22 años) y Piqué (21), en un equipo más equilibrado, sin lugar para Raúl (31), el gran veterano del fútbol nacional.
En el equipo inglés, los más jóvenes son el trío del Aston Villa: Gabriel Agbonlahor (22), James Milner (23) y Ashley Young (23).
Wayne Rooney también tiene 23 años, pero ya es un veterano en el seleccionado: en realidad es un caso aparte, porque su precocidad es un fenómeno individual, no un reflejo de la situación en el fútbol inglés.
(Rooney es uno de esos jugadores que parecen veteranos a los 17 años. Lo mismo pasó con Raúl y con Casillas, grandes egresados de la cantera del Real Madrid.)
En esto hay bastante miga, porque toca o parece tocar un asunto muy delicado: el temple o disposición de la juventud en diferentes países.
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