La luna de miel de Obama
En unos días más, Barack Obama asume la presidencia de Estados Unidos. Y llega a esa instancia con unos índices de aprobación popular altísimos y con el apoyo y la simpatía de buena parte de la prensa de este país.
Según una encuesta reciente, el 82% de los estadounidenses aprueba su manejo de la transición; muy por encima del 65% que obtuvo George W. Bush en 2000 antes de asumir o el 67% de Bill Clinton en 1997.
El mismo sondeo también reveló que el 56 % de los estadounidenses apoya las propuestas de Obama para reactivar la economía en medio de la peor crisis desde la década de 1930.
La prensa de Estados Unidos también parece compartir la misma fascinación con Obama. Casi 500 publicaciones, entre periódicos y revistas, le dieron su respaldo antes de las elecciones al candidato del partido Democráta contra solo 215 que apoyaron a su contrincante del partido Republicano, John McCain.
De acuerdo a , una publicación mensual sobre la industria de los periódicos en Estados Unidos, Obama consiguió el apoyo de 273 diarios mientras que McCain obtuvo el de 172.
En las elecciones de 2004, el candidato demócrata John Kerry tuvo el apoyo de 213 diarios y George W. Bush de 205, ambos por debajo de Obama.
En los llamados medios independientes o alternativos estadounidenses el apoyo a Obama fue (es) aún mayor. Según la , 57 de sus afiliados apoyaron a Obama y ninguno a McCain, al tiempo que 86 periódicos universitarios dieron su apoyo al presidente electo y solamente 2 al candidato republicano.
El encuestador Keating Holland afirmó en que Barack Obama está gozando la mejor "luna de miel" de todos los presidentes electos de las últimas tres décadas, con mejores índices de aprobación que Ronald Reagan, George Bush o Bill Clinton.
Entiéndase por "luna de miel" ese período de gracia que algunos medios dan a las nuevas autoridades en el que realmente no se las presiona, investiga o cuestiona demasiado. Generalmente y por alguna regla tácita, ese período suele durar 100 días.
Pero en el caso de Obama ¿Cuánto va a durar?
Algunos analistas opinan que para que la "luna de miel" sea larga, Obama tendrá que actuar con rapidez y tomar medidas arriesgadas en los primeros días y citan como ejemplo a dos de los presidentes reformistas más recordados, Franklin Delano Roosevelt y Lyndon Johnson.
En sus primeros 100 días de gobierno, FDR (como se lo conoce en este país al presidente Roosevelt) tomó drásticas medidas para atacar la Gran Depresión (económica) de los años 30, y otras muy controversiales como el haber terminado con la prohibición de la producción y venta de bebidas alcohólicas.
Por su parte, Johnson en sus primeros días de gobierno aprobó la ley de derecho al voto con la que se puso fin a prácticas que discriminaban contra la población negra en los comicios; creó el Departamento de Desarrollo Urbano para ayudar a que la población más pobre tenga acceso a la vivienda y los programas de Medicare y Medicaid para ayudar en materia de salud.
De acuerdo a estos analistas, Obama podría garantizarse un lugar en la historia si actúa rápido y cambia el curso de la economía para sacar al país de la crisis.
Yo por mi parte, soy un poco más escéptico, pienso que los medios periodísticos no estamos para dar tiempos de gracia, debemos seguir alerta, atentos, informando en todo momento. No tenemos porque "casarnos" con nadie para tener una "luna de miel".
Y usted,¿Qué piensa?
ComentariosAñada su comentario
el papel de los medios debe ser permanente, siempre críticos pero siempre buscando la objetividad; talvez no deberíamos depositar tantas esperanzas en Obama, pues entre mas te ilusionas mas fácil es decepcionarse; siendo optimista creo que solo el hecho de llegar a la presidencia es suficiente para ser recordado;esperaremos mas tiempo para ver si ese recuerdo será positivo; él solo es un ser humano no un superhéroe, puede equivocarse; le deseo lo mejor.
Evidentemente todo el mundo está muy esperanzado con Obama, y esa esperanza está muy marcada por el desastre que Bush ha significado no sólo para E.Unidos sino para el mundo.
Presidente al fin, es un político más haciendo su trabajo, con un contorno histórico que, además, bien puede usar a su favor.De seguro maracará una diferencia al principio, habría que ver más adelante.