¿Otro espectáculo?
Este miércoles los candidatos presidenciales se enfrentan al tercero y último debate antes de las elecciones del 4 de noviembre. El republicano John McCain tiene la presión encima porque es una de sus últimas oportunidades de revertir la tendencia ganadora del demócrata Barack Obama.
Hasta ahora, sin embargo, nadie duda que los dos primeros encuentros fueron más bien aburridos. ¿Tendremos otro espectáculo más?
Todo parece que así será ya que las reglas han sido coordinadas con anterioridad por las campañas, y son tan estrictas que ni siquiera en el formato de "asamblea popular" se dejó que hubiera un libre debate entre candidatos y los 80 participantes que fueron cuidadosamente seleccionados.
Con decirles que una vez que hacían su pregunta, que la habían escrito desde antes, se les apagaba el micrófono. ¡No fueran a recordarles a los candidatos que no habían respondido a sus preguntas!
"Lo que hemos visto hasta ahora no son debates, sino discursos ensayados", dijo George Farah, fundador de "", una organización que busca que los candidatos respondan las inquietudes de los ciudadanos.
Es verdad. Veo una y otra vez los debates y sólo escucho los mismos "mensajes políticos". Poco importa la pregunta, los candidatos son expertos en irse por la tangente y debido a las reglas tan estrictas no hay manera de ponerlos en su lugar.
Aún así, nunca antes tanta gente siguió estos encuentros. Y a menos que nos den una sorpresa, aquí iremos otra vez los periodistas, a que nos encierren en el cuarto de mareo y no nos dejen, por si acaso, acercarnos a los asistentes. (Peor que si tuviéramos lepra)
En su lugar nos enviarán a sus ejércitos de "lava cabezas" o "spin doctors", que repetirán una y otra vez la misma frase. Poco importa si se les pregunta el nombre de su madre. "El candidato estuvo magnífico, puso los puntos en claro", responderán.