El maletín, el abogado y la cuarentena
Esta semana entró en su fase final aquí en Miami el llamado "juicio del maletín", relacionado con la incautación de alrededor de US$800.000 al empresario venezolano Guido Antonini Wilson, cuando intentaba ingresar a Argentina en agosto de 2007.
Si bien siempre es complicado cubrir casos judiciales, éste en particular es mas difícil aún por la cantidad de intereses políticos internacionales que hay de por medio.
En este blog les voy a contar cómo lo cubrimos nosotros en .
Primero, intentamos que nuestra cobertura sea simple, clara y directa. En este juicio el único acusado es Franklin Durán, un ex socio comercial de Antonini, a quien la fiscalía estadounidense considera que actuó ilegalmente como agente del gobierno de Venezuela y que conspiró para ocultar el origen y el destino del dinero.
Aquí no se está juzgando ni a Antonini Wilson, ni al gobierno de Venezuela, ni al gobierno de Argentina; eso estuvo bien clarito desde un comienzo en nuestra cobertura.
Segundo, evitando toda especulación; y miren que este caso se presta a todo tipo de especulaciones.
Algunos medios colegas no resistieron la tentación y ofrecieron como información todo tipo de teorías, desde las más descabelladas hasta algunas que se podría decir que tenían cierto sentido, pero que no eran más que eso, simplemente teorías.
Tercero, evitando el morbo y respetando la intimidad de las personas. Sobre este punto estoy particularmente orgulloso de haber actuado de la manera en que actuamos todos y de pertenecer a una organización periodística como la 91ȱ.
La gran prueba la tuvimos cuando uno de los testigos mencionó en el juicio que Antonini Wilson mantuvo relaciones íntimas con una funcionaria del gobierno argentino.
José Baig, nuestro corresponsal que está siguiendo el juicio me preguntó si lo podía , mi primera reacción fue decirle que informe sobre la declaración del testigo pero sin decir los nombres que este había dicho.
Esta fórmula no hubiera funcionado porque sin dar nombres la nota perdía todo sentido y si los insinuábamos estábamos cometiendo la misma falta que si los decíamos, así que le pedí a José que consultara con uno de los abogados de turno. La 91ȱ tiene abogados de turno las 24 horas del día, los siete días de la semana para ayudar a aclarar dudas editoriales de origen legal.
El abogado de la 91ȱ respondió que era perfectamente legal y relevante decir los nombres mencionados por el testigo porque la jueza no había decidido borrar esa declaración, ni había desalojado la sala, por lo que era dominio público y como tal se podía utilizar.
En la nota que se publicó en la noche de Miami se dejó bien en claro que esa supuesta relación no era un hecho probado sino que formaba parte de la declaración de un testigo.
Sin embargo a la siguiente mañana londinense la jefa de nuestra sección Julia Zapata, que no sabía nada sobre las consultas de José a mi y al abogado, intuyó un problema y mandó a levantar la nota, que hasta ese momento era la mas leída del día. Decisión correcta en ese momento y con la información que ella tenía.
Cuando uno descubre lo que parecen son los síntomas de una enfermedad contagiosa declara de inmediato la cuarentena no espera a ver si se convierte en epidemia.
Luego, un poco más tarde en una reunión que duró casi toda la mañana de Miami, Julia, ya informada de todos los hechos, y los cuatro editores, Hernando, Hilary, Alberto y yo, discutimos y analizamos toda nuestra cobertura del caso y se decidió volver a publicar la nota y mejorar nuestro sistema de comunicación.
Y no todos estuvimos de acuerdo con la cuarentena, y no todos estuvimos de acuerdo con algunas decisiones, pero bien valió la pena volver a revisar toda nuestra cobertura una vez más para darnos cuenta que en lo fundamental, en los valores editoriales de la 91ȱ si estamos todos, absolutamente todos de acuerdo.
Así que si todavía no lo han hecho, les recomiendo que lean y sigan la cobertura "del caso del maletín" que está haciendo nuestro corresponsal José Baig.
ComentariosAñada su comentario
Todos los medio de comunicación e información están moralmente llamado a promover los valores.
Lamentablemente la gran mayoria hace precisamente lo contrario. Es más fácil sobresalir con sensacionalismos que con inteligencia y profesionaldad.
Lo sucedido son gajes del oficio.
Mis felicitaciones a uds por tanto denuedo
Sr. Fernández, chapeu!, brillante esta es la 91ȱ que admiro y aprecio desde siempre.
¿Una sugerencia? esperemos el fallo y continuamos esta conversación.
¿Por que este juicio se lleva a cabo en EEUU y no en Argentina, por ejemplo?
Este es un juicio donde se ve la podrido que estan las instituciones de nuestros paises un ejemplo es el de venezuela, que despues de ser nombrados altos funcionarios del gobierno como complices de estos actos de corrupcion cometidos por estos srs no se ha abierto ninguna averiguacion para aclarar esto, mas cuando segun los testimonios estan de pata y cabeza desde el presidente de la republica hasta el portero de pdvsa.
verguenza es lo que damos como latinoamericanos y en la argentina se hacen los locos descaradamente.
Sabemos bien que no se esta juzgando los actos colaterales si no el si estas personas estaban trabajando como agentes extranjeros en USA mas no se enjuicia los actos de corrupción , pero hay bastante información sobre estos actos y estan a la vista de todos ya que son documentos publicos .
Creo que cualquier periodista que se respete debe actuar bajo los principios de la información seria y no el sensacionalismo. ¿Quién no desearía ser parte del colectivo de 91ȱ?
Por esta razón es que leo primero los titulares y artículos de la 91ȱ antes que cualquier otro, bien sea de mi país o foráneo; la objetividad, la veracidad y el profesionalismo de los comunicadores de este editorial son de excelencia.
Le felicito por la aclaratoria y por ser imparcial.
interesante blog saludos