Hillary, Jones, Pistorius: tres deportistas, tres épocas
El jueves murió , el neozelandés que conquistó el Everest; el viernes fue encarcelada , la estadounidense que trampeó en Sydney 2000; y esta mañana prohibieron la participación en los Juegos Olímpicos de , el sudafricano de las prótesis en lugar de pies.
Tres personajes en situaciones al límite de la experiencia deportiva: el primero en escalar la montaña más alta del mundo; la primera atleta en ser encarcelada tras un escándalo de dopaje; el primer amputado que no podrá competir porque goza de una ventaja física frente a atletas normales.
Representan tres épocas del deporte: la romántica, cuando el dopaje consistía en tomarse dos tragos de cognac; la moderna, del dopaje virtualmente institucionalizado; y la posmoderna, cuando la técnica desborda a la ética.
Hillary, según los testimonios casi unánimes de quienes lo conocieron, fue un deportista ejemplar, que tras su hazaña de 1953 habría podido pasar el resto de su vida luciéndose en los salones y haciéndose rico en los negocios.
El prefirió dedicar buena parte de sus energías a una fundación para mejorar el nivel de vida en Nepal, la patria del sherpa , que alcanzó la cumbre algunos pasos después que él y fue menos festejado porque… bueno, porque era un sherpa.
De haber George Lowe, otro neozelandés, acompañado a Hillary en la cordada, todos habrían hablado de Hillary-Lowe, una pareja de héroes. No se habría prestado tanta atención al hecho de que uno de ellos estuviera un par de pasos por delante.
El montañero Stephen Venables, en un artículo de homenaje, recuerda un par de detalles fascinantes sobre la política interna de la expedición británica. Conviene recordar que Hillary y Tensing hicieron cumbre el 29 de mayo y que la noticia se publicó en Londres el 2 de junio, día de la coronación de Isabel II.
John Hunt, el jefe de la expedición, dispuso de dos parejas para el asalto final a la cumbre: la primera era puramente inglesa, formada por Tom Bourdillon y Charles Evans. Era la preferida, pero tuvo problemas con su equipo de oxígeno y Evans persuadió a Bourdillon de volver al campamento, a apenas 150 metros de la cumbre.
Hillary, en cambio, un gran organizador, se había encargado de tener su equipo en condiciones impecables. En la última actualización de su autobiografía, el neozelandés admitió que se había distanciado de su amigo Lowe, acercándose a Tensing, porque supuso que Hunt no seleccionaría a dos kiwis para atacar la cumbre, pero sí a un kiwi y al jefe de los sherpas.
Dos ingleses sí, dos kiwis no, en una expedición británica que alcanza su objetivo justo cuando coronan a la nueva reina.
Eso fue en 1953. Ahora no tendrían ese problema: el jefe sería el italiano Capello y en la primera cordada estaría el español Almunia.
Lowe fue el interlocutor de Hillary cuando éste dijo una de las frases más célebres en el montañismo: “Well, George, we´ve knocked the bastard off”, algo así como “Bueno, George, hemos volteado al cabrón”.
Una pizca de oportunismo y dos gotas de cálculo por parte de Hillary, sí, pero nada que ver con las trampas y las mentiras de Marion Jones.
Este último caso es tan típico de su época que la IAAF no ha redistribuido las medallas retiradas a Jones, por la sencilla razón de que no confía en las atletas que compitieron con ella.
En cuanto a Oscar Pistorius, “es evidente que un atleta utilizando las prótesis Cheetah puede correr a la misma velocidad que los atletas capacitados con menor consumo de energía (…) Un atleta utilizando estas prótesis tiene una ventaja mecánica demostrable de más de 30%”, según anunció la IAAF.
Nadie duda de la integridad de Pistorius, un caso conmovedor de amor al deporte y a la vida. Pero reglas son reglas, y nadie, ni siquiera un doble amputado, puede disponer de una ventaja objetivamente desleal.
Tres épocas, tres atletas, tres destinos.
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Me parece que con el joven Pistorius se comete una terrible injusticia.
Yo estoy seguro que ese muchacho daría cualquier cosa por tener sus piernas, y a diferencia de mucha gente que se echa a morir por un catarro, no solamente se desenvuelve con normalidad, sino que es un deportista de élite.
Creo que hay que revisar la norma que le impide competir
Amigo FB :
Un saludo, algo tardío, por Año Nuevo.
Excelente artículo que me aporta algunos datos que no conocía, sobre todo de Sir Edmund Hillary, a quién mantendré en la memoria como algo muy superior.
Respecto de la Jones, nada que decir pues lo que lamento es que sea una mujer la que ha tenido, al menos, el valor de decir parte de la verdad : o la habrá dicho toda ?
Por ahí nos quedan unos cuantos, sobre todo en Base-Ball, que siguen engañando a casi todos, y casi todos agradeciendo que los engañen.
Y sobre el joven Pistorius, es lamentable su situación pero con ese aditamento no puede competir incluso con los discapacitados. Recuerdo que en cierta ocasión la Comisión de Atletismo Mundial vetó la utilización de zapatillas especiales por tener mayor cantidad de pinchos que las instituidas por esa Comisión. Al parecer había cierta ventaja en su utilización, incluso si la usaban todos los corredores.
Mis saludos y respetos / José
Gran edición de tu Blog Lalo, definitivamente tres épocas.
Te felicito.
En el caso de Pistorius opino como tú Lalo. En cuanto a Jones creo que un encarcelamiento es exagerado. Esto dará pie a que los deportistas sean más reaccios a confesar su dopaje, sobre todo cuando son pillados. Cuando Jones confesó (bien es cierto que con pruebas claras) debió ser suficiente con el descrédito y, de alguna manera, debe tener una recompensa la confesión.
Buena idea la de combinar estos tres casos. Es cierto que reflejan epocas diferentes, pero la era de Pretorius tambien nos dara el dopaje genetico, y alli tendremos nuevos desafios. En cuanto a lo que dice PedroR, Marion Jones confeso cuando no tenia otro remedio, no fue una confesion espontanea. Y la encarcelaron porque habia mentido sobre esto a los investigadores federales. Si no hubiera mentido tanto y ante autoridades tan elevadas, no habria prision.
Muy buen articulo y la verdad lo de jones es muy justo. No solo mintio en una investigacion federal sino que tambien participo en un caso de fraude. Muy merecido tiene todo lo que le esta pasando
De Pistorius es una lastima pero opino igual, la ventaja es demasiado desleal usando las protesis que usa. En las olimpiadas no puede haber nadie participando que tenga una ventaja como esa