Los muertos que importan
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El filósofo canadiense Marshall McLuhan, autor del concepto de "aldea global".
El desastre natural ocurrió ya hace casi un año, pero todavía me sorprende el haber observado en vivo y directo la transmisión del canal japonés NHK desde un helicóptero, cómo la ola gigante arrasaba la costa noreste de una de las islas del archipiélago asiático.
El impacto de lo casual
Otra de las premisas de la idea de McLuhan es que un acontecimiento pequeño en determinada parte del mundo puede tener efectos a una escala global.
Para esto nos remitimos a un ejemplo muy actual: la inmolación de un joven desempleado en Túnez que dio inicio a la Primavera Árabe, un hecho que aún está en marcha.
Sin embargo, la atención de la audiencia ni está globalizada, ni mucho menos es homogénea.
Hay -y me remito nuevamente al filósofo canadiense- una vulgarización en el consumo de la información.
Puede ser más relevante para nosotros como teleaudiencia global el show de Madonna en el SuperTazón, que el concierto de la sinfonía No. 8 de Malher dirigida por Gustavo Dudamel, ambos ocurridos este pasado fin de semana.
Y no tiene nada que ver con gustos, porque tanto la música pop como la clásica son tan válidas como cualquier otra.
El impacto es responsabilidad de otro de los componentes de la fórmula, los medios, que al final son quienes deciden por la audiencia qué es lo importante.
La semana pasada un ferry se hundió frente a las costas de Papúa Nueva Guinea con 350 personas a bordo. Alrededor de 100 de ellas no han podido ser localizadas y se cree que murieron.
La tragedia, aunque remota, fue de gran envergadura. Sin embargo, los medios poco le dieron importancia pese a que se supo de manera instantánea.
El suceso se olvidó rápido.
Días más atrás, le había tocado a un crucero, el Costa Concordia, esta vez frente a las costas de Italia. Murieron cerca de una veintena de personas.
El acontecimiento sigue estando en las noticias.
ComentariosAñada su comentario
Un saludo a los editores.
Lo que más me gusts del post es que es un tema que se puede aplicar a temas muy diversos.
Un desastre natural por lo general provoca una movilización internacional para aliviar el dolor y resarcir los daños;pero cuántos desastres políticos o ideológicos provocan el mismo efecto,aún,cuando los muertos y los daños sean comparables;pero nada o poco se hace.
Para hacer un análisis somero sólo hay que hurgar en las dictaduras que perduran hoy día o quieren imponerse.
Gracias.
Felicidades por sus siempre provocadores editoriales. Los leo con avidez y los utilizo en clase con mis alumnos. Éste no será excepción.
En otro asunto, ¿a qué correo electrónico puedo enviar una colaboración para compartirla con los editores?
Saludos cordiales desde México.
Alejandro Benítez Aguilar
Profesor de Filosofía y Ciencias sociales.
ya esta comunicación veloz no la detiene nadie...las redes sociales abarcan cada día más las noticias al instante..eso es cierto e inevitable..ahora bien también es triste y cierto que, por perseguir y adelantar a el tiempo los comunicadores sociales (redes, prensa, tv, etc) no escatiman en desbordar la noticia, calarla hasta la saciedad yyyy luego olvidarla aún dejando preguntas sin responder..no dan chance alguno, cuando ya están montados en otra, quizás de menos envergadura pero igual importancia.