Son rumores, son rumores
El sábado 25 de abril el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos informaba sobre los primeros casos de personas infectadas con la gripe porcina en distintas partes del país.
Ese mismo día fui al supermercado, aquí en Miami donde vivo, para comprar algunas cosas que me hacían falta para el desayuno.
Como sólo llevaba tres cosas (leche, pan y huevos) fui a la caja "express" e hice cola detrás de dos señoras mayores cubanas y un señor también mayor y también cubano. Mientras esperábamos para pagar, los 3 viejitos hablaban entre ellos sobre las noticias.
"Ay, mi madre, ¿han visto ustedes esto de la epidemia de gripe?", preguntó una de las señoras. "Sí, dicen que la coges de los cerdos; yo por eso no como más puerco", contestó la otra.
"¡No!, ¡No!, ¡No, Mima!, ¡Nada de eso, chica!, esa enfermedad no tiene nada que ver con los puercos... Eso comenzó con esos caballos que envió Chávez, los envió aquí para contagiar a todo el país, tú sabes, como una guerra bacteriológica, lo mismo que hacía Saddam Hussein", aseguró el señor, y a mí me dio la impresión que sus dos acompañantes le creyeron.
(*Nota del autor: Esa semana habían muerto la mayoría de los caballos de un equipo de polo venezolano que había venido a competir en un torneo en el sur de la Florida, muy cerquita de Miami. Los caballos no murieron por ninguna enfermedad viral, sino por hemorragias causadas por un error en la dosis de vitaminas que se les suministró, aquí en Estados Unidos. La misma empresa farmacéutica estadounidense que vendió las vitaminas así lo confirmó. Tampoco es cierto que el presidente de Venezuela Hugo Chávez haya enviado a los caballos, ni que los integrantes del equipo de polo sean chavistas que sacrificaron a sus caballos cotizados en $100.000 cada uno para perjudicar a Estados Unidos.)
¡Uy!, pensé yo mientras salía del supermercado, ¡qué responsabilidad que tenemos los periodistas!
Debemos combatir estos rumores dañinos con información certera y objetiva. Tenemos que evitar que se multipliquen, está en nuestras manos evitar la histeria y el sinsentido, porque a esta altura ya debe haber más rumores, teorías y especulaciones que casos confirmados de gripe porcina, y me imaginé, en una comparación exagerada por cierto, a la par de esos médicos que luchan contra el virus y la enfermedad.
Ante una noticia de tal magnitud y que se extendió tan rápido en este mundo globalizado en que vivimos es lógico que la gente quiera saber, como la va a afectar personalmente, como se puede cuidar, donde comenzó, que están haciendo las autoridades, si se podría haber evitado y hasta si figuraba entre las profecías de Nostradamus.
"No haga caso a esa jugada, son rumores, son rumores", decía una canción muy popular en América Latina en la década del 90, pero, ¿De dónde salen los rumores?
Al parecer, las mayoría de los rumores sobre la gripe porcina se iniciaron y se distribuyeron rápidamente a través de las redes sociales de internet, que obviamente ahora ocupan un vacío que dejamos los medios tradicionales.
Haciendo una búsqueda rápida en la red uno puede encontrar versiones tan disparatadas como las del señor del supermercado de Miami.
Que se trata de una conspiración de la industria farmacéutica para vender más medicinas (esta versión tiene variantes que culpan a los fabricantes de mascarillas o a los doctores); que es un virus creado en algún laboratorio de Estados Unidos por fuerzas anónimas anti inmigrantes ya que solo mata a mexicanos; que al virus lo crearon los carteles de la droga de México, o Al Qaeda, o la CIA; en fin, muchísimas versiones infundadas y con muy poco sentido.
¿Qué podemos hacer los periodistas? Bueno, de nuestra parte en 91ȱ Mundo intentamos ser lo más cuidadosos posibles y ponemos especial atención, sobretodo al informar sobre el número de víctimas, ya que es muy fácil crear caos y confusión con la cifra de casos sospechosos de estar infectados (y que luego no se confirman)
Sobre los orígenes de la epidemia, tratamos de presentar todas las versiones creíbles, aunque todavía no se conoce a ciencia cierta cómo ni dónde comenzó.
Y en general solamente reportamos lo que está confirmado por nuestros corresponsales; como por ejemplo la noticia sobre las nuevas reglas para los restaurantes en el Distrito Federal que escribió mi colega Cecilia Barría, además de proporcionar la mayor cantidad de información de contexto como sea posible para que nuestros lectores saquen sus propias conclusiones.
Y ustedes, ¿qué piensan? ¿Por qué cree que se generaron estos rumores?, ¿cuánto daño pueden provocar los rumores infundados?¿Se puede hacer algo contra ellos? ¿La desinformación es algo con lo que tenemos que convivir?
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Los que creen las conspiraciones como cuasa de estos males creen también que los medios, como 91ȱy demás, hacen parte de la conspiración. No hay mucho por hacer de este lado para sacarlos del error en el que eligieron vivir
TODOS LOS RUMORES PUEDEN CAUSAR UN GRAN DAÑO, POR EJEMPLO, EN MI CIUDAD (PACHUCA, HGO. MEXICO) EMPEZO A LLEGARNOS UN CORREO CON "RUMORES DE LA NUEVA INFLUENZA" EL CUAL YO INGNORE PUESTO QUE NO VENIA FIRMADO POR NINGUNA AUTORIDAD O PERSONA.
LOS RUMORES PROPICIARON QUE LA GENTE DEJARA DE SEGUIR TODAS LAS RECOMENDACIONES DE SALUD QUE SE DIFUNDIAN EN NOTICIEROS, PERIODICOS Y DEMAS.
AHORA, PACHUCA ES UNA DE LAS CIUDADES EN DONE EL BROTE ES MAS SEVERO Y HAN CRECIDO LOS CASOS CONFIRMADOS DE H1N1.
La principal causa de los rumores es la ignorancia, que en parte puede ser de origen personal y por muchas razones, como bajo nivel educativo o intelectual, fanatismo deportivo o ideológico, enegenación televisiva o por comics o literatura de ínfimo nivel, etc. Pero la gran parte de la ignorancia es motivada por los propios gobiernos y los medios de comunicación, ya sea a propósito para vender o engañar màs a la gente, aunque de manera inintencional algunas veces. Dos ejemplos: Diversos medios fueron a entrevistar al pobre niño denominado al paciente cero, la 91ȱ entre ellos, pero ninguno fué mas a fondo que describir el problema personal y familiar del pacientito. Sin embargo varios medios periodísticos ya habían mencionado el medio insalubre en que se desenvuelve la comunidad del pacientito, las diversas enfermedades existentes ahí desde mucho tempo atrás y las protestas que desde hace años se han hecho contra la granja porcícola transnacional contaminante ahi ubicada. Existe una institución de salud norteamericana que avisó hace mas de 10 años que experimentos en la industria porcícola estaban creando riesgos de enfermedades que podrían resultar mortales Ningún medio internacional ha realizado alguna investigación a fondo sobre ese hecho, tal vez por miedo de que también sean demandados por los dueños de la granja, como ya lo hicieron contra los que se atrevieron a protestar contra ellos.
Otro ejemplo de desinformación cultivadora de rumores. Una figura pública brasileña acusó al gobierno mexicano de haber actuado con lentitud para combatir la influenza, asegurando que desde marzo ya se sabía de brotes de la enfermedad. Si el gobierno mexicano empezó a dar muestras de estar haciendo algo hasta el 19 de abril, no sería justo y necesario que algún medio serio hiciera alguna investigación y mas cuando no ha habido ningún desmentido por parte de las autoridades mexicanas en ese sentido.
Por último, ya sé que los editores de 91ȱmundo se identifican más ideológicamente con el gobierno de felipe calderón que con el de hugo chávez, pero quisiera hacer una pregunta ociosa: si el brote de la influenza hubiera surgido en Venezuela, hubieran dado el mismo trato mediático tan generoso como lo hicieron con Mèxico?
Estimado Adrián Fernández:
Un tema muy interesante el propuesto por usted en el presente Blog, ya que cuenta con vertientes de gran profundidad y con implicaciones sumamente delicadas a nivel social.
AF: "Y ustedes, ¿qué piensan?"
SF: Muchas otras situaciones como estas son señaladas como conspiraciones, son vistas como situaciones prefabricadas para favorecer la economía de ciertos grupos.
Rumores surgidos a la ligera sin haberse sometido a un profundo análisis quienes demuestran al emitir dichos rumores el tener un rechazo a cualquier entidad representativa, gobierno y a determinadas instituciones.
¿Porque engañar a todo un planeta? ¡Ojalá alguien pudiera responder esta pregunta!
Responderla con hechos incontrovertibles y no con especulaciones delirantes surgidas a mansalva y que causan mucho daño para quienes sí trabajan por que se prevenga dicha enfermedad y se controle una epidemia y para quienes sí trabajan informando con seriedad a la población.
Prima una concepción errónea emitida a la ligera y queda como una verdad en el colectivo sin embargo no se analiza la contraparte y los sectores que realmente han sido severamente afectados por mencionar uno sería el turismo con todos los amplios sectores involucrados en este rubro.
Las pérdidas son millonarias y entonces en que clase de mundo estaríamos viviendo, que clase de autoridades serían tan perversas de ser capaces de simular, coludir a miles de funcionarios de diferentes partes del mundo, dejar pérdidas por más de 4 500 millones de dólares a México desde que se emitió la alerta, pienso que podríamos estar ante un severo caso de PARANOIA COLECTIVA.
Y tampoco se analizan las repercusiones adversas que ha tenido este asunto sobre los mexicanos repercusiones como la suspensión de vuelos a determinados países y el surgimiento de actitudes xenofóbicas y nadie se pregunta que gobernante se hubiera arriesgado por favorecer a un sector y perjudicar severamente a otros sectores con las pérdidas millonarias y las repercusiones internacionales que representan para México como pais.
“¿Por qué cree que se generaron estos rumores?”
Ociosidad, rechazo a todo lo que signifique autoridad, ignorancia, partidarios de los complots y de las conspiraciones, producir inestabilidad en un país, resentidos sociales, personas irresponsables adictos a la cultura del infundio y el rumor.
“¿cuánto daño pueden provocar los rumores infundados?”
Mucho más daño que el mismo daño que cualquier situación real cuando la convierten en especulación dejando de lado la relevancia de conocer la verdad.
“¿La desinformación es algo con lo que tenemos que convivir?”
Estimado Adrián Fernández creo que tendremos que convivir con algo mucho peor que la desinformación, es convivir también con una sociedad polarizada que prefiere creer en posturas falaces y quienes desafortunadamente están en un punto como le decía anteriormente de PARANOIA COLECTIVA y de rencor social de poder por no poder.
Y por no poder dejar de ser lo que no quieren ser, pero que a la vez no pueden por más que se les trate de ayudar para dejar de serlo, siempre es insuficiente , ojalá llegue a comprender mis palabras que a su vez parecen un poco confusas pero no sé mejor forma de plasmarlo por escrito.
Un saludo
Sofía Félix GdC