Excavando para el futuro
Foto: John Schofield
Vivimos en tiempos de cambio. La era digital puso el pie en el acelerador y la vida moderna nos tira de la mano. Lo que hoy es un gran avance tecnológico, mañana pierde vigencia. Las huellas de nuestra existencia se enciman unas sobre otras.
Por eso hay quienes creen que no es necesario esperar un siglo o mil años para que algún arqueólogo llegue a descifrar cómo era esta sociedad de bits y bytes.
La respuesta podría estar en la . Se trata de una disciplina que se encarga de analizar un artefacto o una serie de hábitos sociales a partir del estudio de un objeto o lugar contemporáneo.
En la imagen de arriba la camioneta (de 1991) fue sometida (en 2006) a una minuciosa investigación arqueológica en la en el Reino Unido. No descubrieron nada sorprendente, más allá de saber que un objeto moderno puede ser sometido al mismo tratamiento que uno antiguo.
Pero ¿no se supone que esta ciencia debe investigar únicamente lo que ocurrió hace muchos años?
"Para mí no hay ninguna diferencia entre investigar un lugar de 1.000 años de antigüedad que uno de 20 años. La diferencia de tiempo para mí es irrelevante", me dijo John Schofield, investigador visitante de la Universidad de Bristol, quien encabezó el estudio de la camioneta.
"Se trata de entender por qué las cosas ocurren de cierta manera en el pasado. El error que solemos cometer en la era moderna es creer que lo sabemos todo. Como vivimos en esta época creemos entenderla. Se le llama el pasado familiar. Yo creo que esa acepción es cuestionable. Creo que muchas de las cosas que nos rodean no nos son familiares", asegura Schofield.
Otro ejemplo de este estudio del pasado contemporáneo se dio en Nueva York. William Rathje de la Universidad de Arizona comenzó en la década de los setenta a estudiar la basura. Primero preguntó a la gente cuáles eran sus deshechos y después levantaba muestras en los rellenos sanitarios, para ver si la basura se correspondía con lo que la gente afirmaba tirar. El resultado: entre lo que se decía y lo que se hacía había una gran diferencia.
La arqueología del pasado contemporáneo genera controversia. En algunos sitios de internet sobre esta disciplina muchos usuarios opinan que se trata de una "pérdida de tiempo" y de una ciencia "inútil". Quienes la practican se dicen contentos de que haya polémica.
La pregunta es ¿cuándo es correcto empezar a estudiarnos?
Estos tiempos son de cambio. Esta era es de rapidez. ¿Valdrá la pena preguntarnos cómo llegamos a convertirnos en esta sociedad de la información? Si empezamos mañana, el hoy ya se habrá transformado en nuestro pasado contemporáneo.
¿Será que habrá que empezar a "excavar" nuestro presente para entendernos en el futuro?
ComentariosAñada su comentario
Curiosamente en estos días conocí a una estudiante de antropología que realiza trabajos en aldeas indigenas en latinoamerica; los cambios en la estructura de la aldea durante el pasado siglo se estudian por procedimientos similares a la arqueología tradicional pero realizaban la datación según modelos de botellas de cerveza y refrescos.
creo que con lo rapido que va la vida hay cosas, formas, tecnologias que uno rapidamente olvida, es parte del mismo tren de la modernidad, esta nueva diciplina sera muy importante en el manana