El tóxico en pasillos del Real Madrid
Algo debe haber en los pasillos del Real Madrid. Un veneno insidioso, una sustancia que poco a poco obnubila a quienes la respiran, confundiendo el entendimiento y precipitando decisiones espectacularmente erróneas.
Rafael Calderón, presidente de turno, ha metido la pata varias veces. En esto no se distingue de sus predecesores.
Un error particularmente irritante ha sido el ofrecimiento al plantel de una jugosa bonificación si gana los próximos partidos.
¿Es que los pobres chicos necesitan más dinero para mejorar su rendimiento? ¿En esta situación económica y financiera? ¿En qué mundo vive esta gente?
En realidad, esto es un insulto a los profesionales, que se lo tragan porque ninguno de ellos es hombre de rechazar el dinero que cae del cielo.
Y ahora, acorralado por "la crisis", como se la llama, Calderón habría "decidido" que Arsene Wenger será su entrenador la próxima temporada, en reemplazo de Bernardo Schuster, que hace unos meses era un genio y ahora es un burro.
Esta versión, que leemos en , el respetado Número 2 del Diario As, asegura que, "aparte de valorar sobremanera su trabajo, su presencia sería un argumento más que importante para conseguir que Cesc (Fábregas) se vista de blanco".
Agrega que el mal momento del Arsenal habría persuadido a Wenger de la necesidad de escuchar la oferta del RM.
Aparte de admirar a Wenger como técnico, Calderón tendría la intención de impedir que el francés sea presentado como promesa electoral por el candidato que represente los intereses de su gran rival, Florentino Pérez.
Hasta aquí, la versión de Manolete, un conocido partidario del Atlético de Madrid (lo decimos para que no se le atribuya el papel de simple portavoz de alguna facción del Real Madrid).
No cabe duda de que Wenger es un técnico de gran talento. Tal vez un genio, como creen muchos de sus admiradores.
Pero también es un hombre testarudo, que sabe lo que quiere, y no estará dispuesto a tomar el dictado al que están acostumbrados en el Real Madrid.
Y, tal vez más importante, su compromiso profesional tiene pocos puntos de contacto con la gestión deportiva en el club blanco.
"Aparte de su apuesta por un fútbol espectacular, que gustaría al Bernabéu, tampoco se olvida que es una persona que le encanta trabajar con la cantera y que tiene buenos informadores para saber los fenómenos que se mueven por el mundo", escribe Manolete.
Es cierto, pero al mismo tiempo es sabido que Wenger se opone con creciente firmeza a la adquisición de jugadores maduros, de campeones consagrados, que al parecer es una necesidad en un club como el Madrid.
Los requerimientos políticos en el club exigen que el presidente de turno, y también sus rivales en las próximas elecciones, prometan a Kaká, a Cristiano Ronaldo, al nieto de Maradona, a quien haga falta para conseguir votos.
Wenger no compra jugadores consagrados: al contrario, suele deshacerse de de ellos cuando todavía se cotizan, como en los casos de Vieira, Overmars, Henry, Petit.
La costumbre en el Madrid de firmar contratos vitalicios con determinados jugadores favoritos sería inaceptable para Wenger.
Otra peculiaridad del francés es su relativa indiferencia por la disciplina defensiva, uno de los grandes problemas del Real Madrid.
Y en cuanto a su virtud más admirada, la sagacidad para identificar (y el talento para desarrollar) a jugadores jóvenes, basta leer unas líneas recientes , el autor de El Profesor, la mejor biografía de Wenger:
"Ya en 2001, en El Profesor, dije que alguien había definido la noción de genio como la disposición a arriesgar en exceso para satisfacer las obsesiones propias. Él (Wenger) está creando Mónaco II bajo nuestras narices. Allí se deshizo de todos sus jugadores maduros y llenó el equipo de jóvenes, principalmente africanos o franceses de ascendencia africana. Tenía dinero para gastar, pero él se aferró a su propio experimento privado. Mónaco se hundió en la tabla y él fue despedido. Esto no importó porque Mónaco es un equipo sin hinchada. Ahora, en cambio, está al frente de algo mucho más grande, una operación con un giro de 200 millones de esterlinas. Y él se ha armado un laboratorio más grande todavía".
Palmer es ahora bastante severo sobre las limitaciones de Wenger, pero cuando escribió esas líneas, en 2001, lo admiraba mucho.
Wenger acaba de nombrar a Cesc Fábregas capitán del equipo.
La fórmula, que dio resultado en el último partido (1-0 ante el Dínamo de Kiev, el martes), será puesta a prueba el próximo domingo, en Stamford Bridge.
El Chelsea está con la sangre en el ojo, por una serie de resultados estériles en su casa, y se esforzará para frustrar a sus vecinos del noreste de Londres.
"Nada personal", le dirá Scolari a Wenger, "estrictamente profesional, ya sabes".
Para ambos, el brasileño y el francés, ese partido será muy pero muy importante.
ComentariosAñada su comentario
El presidente del Real Madrid se llama Ramón Calderón, no Rafael Calderón.. Parece que le tenemos manía, no? La otra vez lo confudisteis con Ramón Mendoza..
Saludos
Estimado Joey,
Tienes razón, algo debe haber en mi subconciente con este hombre: ya van dos veces que le invento un nombre. Perdóname. Pero convendrás conmigo en que estoy progresando: antes le di otro apellido, esta vez sólo el primer nombre. Gracias por tu paciencia y la de otros lectores.
No creo que Wenger vaya a querer moverse del banquillo gunner, sobretodo porque aqui goza de credito ilimitado, y el banquillo blanco tiende a quemar buenos entrenadores, por su inestabilidad... y que pasara con Mijatovic? a la calle? A Wegner le gusta ser el Manager, decidir desde que jugador va hasta que come... No lo veo en Chamartin... y Calderón es como un lacteo: Tiene fecha de vencimiento...
Es verdad vas progresando.. ;) Por cierto, ya Juande lleva 2 partidos con balance de 1-1. No será Wenger, pero aún así si logra darle un toque personal al Madrid y se enfoca en una de las dos competiciones que le quedan quizá pueda tener un ciclo más positivo del que se le preveía a Schuster esta temporada. Debe aprovechar que sus rivales directos están enfrascados en más competiciones que su equipo.
Saludos