Fidel: el mito y el espejo
En realidad, Fidel Castro dejó de ser presidente de Cuba , cuando firmó con mano insegura el documento que traspasaba el poder a su hermano Raúl.
Como el lunes de hace dos años, el lunes de esta semana sirvió para que propios y extraños tejieran hipótesis, armaran escenarios, descubrieran conspiraciones posibles e imposibles, repitieran condenas, hicieran declaraciones y analizaran de arriba a abajo las razones de Fidel -como le dicen informalmente- para dejar formalmente el poder.
Pero el lunes de julio y el lunes de febrero sirvieron para que uno pensara en lo que significó la figura de Fidel para América Latina y la otra, y lo que significa ahora.
En el principio, la revolución fue cosa de barbudos que acabaron con el régimen de Fulgencio Batista, un sargento golpista contra el que se habían levantado otros otras veces sin éxito, como Enrique Ros –al parecer familiar de la congresista estadounidense Ileana Ros Lehtinen- quien murió alzado contra Batista, cuyo gobierno sostuvieron la Casa Blanca y la mafia de Estados Unidos.
La prensa estaba ahí. Corresponsales de diarios y revistas llevaban meses escribiendo desde el monte en cuatro idiomas sobre la guerrilla y sus avances. El mundo pudo ver la entrada victoriosa de los rebeldes a La Habana y oyó por primera vez un discurso político que duró varias horas porque el comandante Fidel tenía que explicar a todos y explicarse a sí mismo qué iban a hacer con el tigre que habían ganado en la rifa.
. El gobierno de Cuba no había aceptado la propuesta del presidente Ike Eisenhower, quien ofreció reconocer al régimen revolucionario a cambio de que la isla siguiera siendo un satélite de Estados Unidos, pero había presentado su propuesta demasiado tarde.
El gobierno de Cuba había dicho desde antes de ser gobierno que Washington iba a pagar caro el apoyo que había dado a Batista para combatir a la guerrilla de la Sierra Maestra. Todos estaban muy molestos. En esos días Fidel escribió a Celia Sánchez que había comprendido que su verdadero destino era luchar contra Estados Unidos. Así empezó todo.
Mi generación
Mi generación, la de los cincuentones, creció políticamente cuando la influencia de la Cuba de Fidel era más fuerte que nunca. Uno aprendió entonces que una revolución sirve para que algo cambie, muchas veces con razón o sin ella.
El caso de la revolución cubana era un buen ejemplo. El estereotipo es que quien no tenía ideas comunistas cuando tenía quince o veinte años en esos años no tenía ideas. Después de todo, el mundo cercano estaba despertando de una pesadilla de medio siglo de generales y almirantes y otras bestias castrenses.
No era sólo la Guatemala de Jacobo Arbenz que en la mitad del siglo XX sufrió la afrenta de un golpe de Estado promovido por Washington. Fue también Bahía de Cochinos, como fueron años después República Dominicana, Chile, Panamá y había sido Grenada y sería Nicaragua y un largo etcétera intervencionista más y menos disimulado.
Y la arrogancia estadounidense –que bloqueó la economía de un país para echar a un gobierno que había tomado el poder por la fuerza de las armas- se refería a nuestra América como su patio trasero.
En todo caso, quizá más gracias a la oposición estadounidense, el ejemplo de la revolución cubana alentó en otros países de nuestra América ganas de libertad y deseos de hacer las cosas de otra forma.
Durante décadas, la única brújula de los jóvenes y de los no tan jóvenes latinoamericanos fue Cuba, y la única voz que se escuchó fue la de Fidel, y el sonido que iba haciendo la historia al darle la razón.
El momento en que el fervor dejó de ser revolucionario
Nunca sabremos en qué momento el fervor dejó de ser revolucionario para convertirse en arma del desquite.
Muchos tuvimos que comprender la paradoja de que los héroes de uno sean como uno, de que sean imperfectos y perversos como son imperfectos y perversos los sistemas sociales, pero no nos dimos cuenta de que una revolución que no perdona no cambia nada.
Muchos admiramos los logros de la revolución cubana en materia de educación y en asuntos de salud, porque muestran lo que puede hacer un pueblo seguro de sí mismo.
Muchos vimos de cerca la estructura burocrática que terminó por hacer de la revolución una réplica de todo aquello contra lo que había luchado.
Muchos lamentamos que los cubanos disfruten del derecho a la razón y sufran el deber del silencio en nombre de un sistema que no se atreve a mirarse en el espejo.
A muchos nos sorprendió ver que la crítica que la revolución alentaba en otras partes era contrarrevolucionaria en Cuba.
Nos sorprendió y nos lastimó saber que había cubanos que habían terminado en la cárcel por decir lo que pensaban, como nos sorprende y nos lastima saber que todavía hay cubanos en la cárcel por decir lo que piensan.
Pero a muchos no nos sorprendió ver que un encuentro entre el presidente de la Asamblea Nacional –uno de los dirigentes cubanos de mayor peso político en estas fechas- y un grupo de estudiantes haya revelado que no hay sustento en muchas de las prohibiciones que se aplican a los cubanos y se adaptan a los extranjeros con divisas.
La crítica existe pese a que ningún medio oficial la reconozca. Uno termina por reducir el descontento a metáforas y a citas anónimas, pero el descontento está ahí. No es invento de uno ni exageración.
El tiempo del rencor
Uno aprendió a ver la política con otros ojos gracias a la revolución cubana. Uno vio la influencia cubana en las relaciones entre los países de la región, y entre la región y algunas partes del mundo, en el último medio siglo.
Tampoco es invento ni exageración decir que –por eso y a pesar de otras cosas- Fidel cambió la historia del continente, por no decir que la historia del mundo.
Quizá sería bueno que se reevaluara la figura de Fidel y la importancia de la revolución cubana a la luz de los soles que nos alumbran recientemente.
Tendremos que esperar dos generaciones –que es el tiempo que dura el rencor- para saber si la historia lo absolverá, aunque sepamos que es un mito viviente y pensemos –aunque no lo digamos- que un día se atreverá a mirarse en el espejo.
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Sin palabras... que buena semblanza..
Fernando, usted se ha crecido como persona y como intelectual en esa destino periodistico que es la paradojica y contradictoria Cuba. Su objetividad pasma por lo equilibrada, y el libro que debe estar peparando, no deje de avisarlo con mucho tiempo, para "perseguirlo". Buena suerte!
Sencillamente excelente.
Deberian mandar a Fernando Ravsberg a cubrir noticias en el medio oriente y a ti a retomar el Blog de Fernando que ha decaido hacia un solo lado.
Sencillamente excelente.
O importante é que Fidel Castro seja julgado pelo mesmo "tribunal da história" que julgou os ditadores da América do Sul, para que as gerações futuras saibam que golpe da esquerda não é mais justo ou menos terrível que golpe da direita, como tenta nos fazer crer alguns intelectuais esquerdistas e jornalistas. Toda ditadura, seja de esquerda ou seja de direita, tem um objetivo prioritário: manter as classes sociais "perigosas" sob controle. Eu sei que nas democracias também há repressão, porém, há imprensa livre pra denunciá-la. Isso faz muita diferença. Eu sei que há desencantos com os lentos avanços que as democracias nos trazem, porém, não creio que exista algo pior que totalitarismo(regime que obriga o cidadão a falar) e autoritarismo(regime que obriga o cidadão a ficar em silêncio).
A democracia, pese os defeitos que ela tem, é único sistema político inventado até hoje que permite ser aperfeiçoado, ainda que sua evolução e amadurecimento leve bastante tempo. Penso que se o regime de Fidel Castro nos ensinar que a democracia é a única saída viável para solução dos problemas de um povo, creio que o líder cubano só por isso merecerá ser absolvido pela história.
Realmente muy bien pensado, parece que vives en Cuba
Me gusto mucho su articulo. Creo que es bien difícil de comprender realmente la realidad Cubana si no se ha vivido en ella, por abarcadora que fue esa revolución y asombroso que subsistiera a tan poca distancia de la Casa Blanca.
Nunca negaré el mérito que tuvo la imagen de Fidel, y lo grande de su figura....pero haré dos comentarios de su persona:
1.- Si lo quisiera ayudar ( me refiero a Fidel Castro) diría que llevo a esa Isla siendo un país pobre ( hoy en día no es tan pobre como se pensaba) a ocupar los primeros planos en varias esferas a nivel mundial, me refiero a la salud, educación, biotecnología, deporte, etc. Su obstinación contra los Estados Unidos lo apartó del rumbo, mas largos anos en el poder exacerbó al gobierno Americano a una marcada política anti-Castrista que llevó a Fidel tal conducta (en gran parte bien fundada después de tantos intentos de asesinato contra su figura).
Quizás por el sentido de protección contra Estados Unidos ...comenzó a atrincherarse detrás de la errada trinchera de restricciones que el mismo creó. Lo ayudaría también el mencionar lo que genera estar expuesto largos años en el poder...
2.- Si no lo quisiera ayudar diría que su ( aun cuando repitió varias veces que “ toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”) afán de líder mundial y egocentrismo lo llevo a vejar los mas elementales derechos de los cubanos, los hombres y mujeres que respaldaron su revolución.
Cuando analizo a Fidel Castro, pudiera mencionar muchísimas cosas, por el mero hecho de ser cubano, y haber vivido largos años en ese hermoso país.
Pero solo diré que sus intenciones no fueron infernales, no sus resultados finales. Me apoyo en la siguiente y poderosa razón. Antes de que la ex-Unión Soviética desapareciera como gendarme del Socialismo, Cuba gozaba de los mejores momentos de todo el proceso de la revolución Cubana, sin comparar nunca nuestro país con las grandes países desarrollados, solo citaré que en los 80 el plan de construcción de vivienda marchaba a un ritmo impresionante, además de muchos otros aspectos de la realidad cubana ( sin mencionar las restricciones) y Cuba gozaba de uno de los mejores standard de vida dentro del tercer mundo.
Yo diría además que es una verdadera pena que después de tanta estirpe..renombre mundial..talento, etc....allá terminado olvidando a los que lo pagaron por ese éxito... el pueblo cubano ... convirtiendo ese país en uno de los países con mas restricciones en el mundo de hoy.
Si un presidente con valentía abre esa sociedad ....( si no se sigue destruyendo) se beneficiará de
las potencialidades que Fidel dejó en esa sociedad y que Fidel quizás no quiso aprovechar...
Muchos quisieran ser Fidel,sera por los riñones que tiene
Por casi medio siglo hemos vivido situaciones pésimas, donde el trabajador, en este caso refiriéndome a graduados universitarios con títulos honorarios, recibimos un salario que no nos alcanza para cubrir nuestras mínimas necesidades, presentando problemas para alimentar nuestras familias, como me sucede a mi, así hay muchos, y de ahí se deriva la corrupción, la deshonestidad, el robo al estado, la persona roba para darle de comer a sus hijos.
Aquí la población vive con miedo a que va a pasar mañana, no podemos siquiera opinar y mucho menos quejarnos, no existe democracia tal, es incierto, nadie se atreve a quejarse ampliamente si no es a murmullos en las esquinas o calladitos en sus hogares.
Un pueblo hambriento, que no recibe una correcta alimentación, un pueblo ignorante que no recibe mas que la información que sus gobernantes quieren hacerle llegar a través de los medios de prensa nacionales, que no dicen nada, o en los discursos populares, un pueblo que se le restringe el acceso al Internet para que no pueda ver mas allá de lo que sucede en el mundo, todo por miedo de que el pueblo descubra una verdad, o de que el pueblo comience a pensar, un pueblo sin libertades, NO PUEDE SEGUIR ASI ADELANTE.
No confío en que existan cambios, y esto es lo que nos sucede a miles de cubanos hoy, hemos perdido la esperanza, …… “se nos da ahora un juguetito para entretenernos, y luego todo sigue igual”…… en mi país ya ha sucedido de que por momentos han hecho un espacio y se mejora alguito para que la gente confíe, luego no se mantiene nada y se regresa a lo mismo, como sucedió con los mercados agropecuarios estatales, competían con los particulares en un inicio y alegraban la barriga de la gente, esto duro poco, ahora nunca tienen nada que vender, y si existe algo es con muy mala calidad el producto o con precios muy parecidos a los particulares.
Durante anos en mi país se han cometido errores imperdonables, muchas personas cumplieron cárcel por tener el dólar en su bolsillo, y mas tarde se ha permitió su uso, etc.
Creo que el cambio debería ser radical, y lo mas importante es darle al pueblo libertad de expresarse, y luego cambiar completamente con sus dirigentes de raíz, incorporando gente joven, con ideas avanzadas, gente que verdaderamente sea elegida por el pueblo, no que todo aquí es una farsa, y a veces ni conocemos por quien estamos votando.
Ahora la pregunta es...QUIEN LE PONE EL CASCABEL AL GATO?....Hay mucho miedo, esa seria la segunda pregunta…..PORQUE EL PUEBLO TEME A EXPRESARSE, A OPINAR?, y es por eso que ahora mismo yo como la gran parte de la población cubana temo exponer abiertamente en la calle lo que acabo de escribir aquí en estos momentos, que también lo hago con miedo, porque no tenemos tampoco privacidad, todo se chequea.
Habría que ver realmente que esta sucediendo con la salud y la educación durante estos anos en este país. De que nos vale una “educación gratuita”, donde los maestros son a veces de edades muy próximas a la de nuestros hijos, y la educación de estos maestros es pésima, su vocabulario y conducta, etc., derivando mas problemas en las escuelas. Estos maestros emergentes como se les llama son casi en la mayoría, los alumnos mas pésimos que al terminar sus escuelas no lograron alcanzar carreras universitarias por su bajo índice académico o conducta general, que podemos esperar de esto?, si no es lo que tenemos, delincuencia en las escuelas, y actitudes negativas. Y “la salud”?, que difícil llegar a una consulta si no eres amigo o conocido del medico?. No eres bien recibido a una consulta si no llegas con “un regalito”, que bien puede ser material o monetario. Casi nunca hay en las farmacias el medicamento que te receta el medico, y entonces lo resuelves en la calle pagándolo a precios elevados o pidiéndolo al extranjero como dice el Dr. cuando te atiende…… tienes familia en el extranjero?.
Me gusta mi país, lo amo por encima de todas las cosas, y creo que el cubano es un ser incomparable, por su carisma, por lo humanitario, y lo que mas deseo es que se nos de libertad, es la única manera de seguir adelante, de lo contrario, NUESTRO FUTURO ES INCIERTO.
El último comentario me ha hecho pensar en la validez de las razones que nos impulsan hoy a luchar por no perder lo conquistado hasta ahora y avanzar mucho más. No comparto lo del miedo, me expreso libremente. Quizás sea por no tener experiencias negativas sobre ello. Coincido en que el espíritu de la mayoría del pueblo es el expresado en el último párrafo, pero no coincido con que nuestro futuro sea incierto. Ahora lo veo más claro que nunca, pues desde lo más profundo de la nación se eleva la necesidad de realizar cambios, situación que ha sido altamente valorada por la dirección del Partido y por el propio Fidel pues en ello va la supervivencia de la obra edificada hasta entonces.. Tengamos paciencia.