Cuando a los chicos se les piden cosas de adultos
Uno de los debates más interesantes en el ámbito del fútbol es el equilibrio entre habilidad y fuerza en la formación de los chicos que nutrirán los clubes y los seleccionados nacionales dentro de diez o quince años.
Martin Samuel, uno de los más brillantes periodistas británicos (no, no es amigo mío), abrió el fuego en . Concretamente, acusa a los técnicos y burócratas del fútbol inglés de privilegiar la fuerza en detrimento de la habilidad en la formación de los chicos, al forzarlos a jugar en campos reglamentarios a los 10 años de edad.
¿Qué pasaría si un portero profesional jugara en un arco de 3 metros de altura y más de nueve metros de ancho? ¿Y si los adultos debieran recorrer una cancha de 150 metros de largo y 112 metros de ancho?
Pues los chicos de 10 años deben adaptarse al equivalente para ellos de esas medidas. El resultado, dice Samuel, es que se concentran en desarrollar fuerza y resistencia, en vez de habilidad. Es por eso que los jugadores ingleses no tienen el mismo nivel de técnica y motivación que los de otras naciones, apunta el periodista.
Días después, el ex futbolista Tony Cascarino, ahora periodista, . Inglaterra fracasó en la Eurocopa por culpa del técnico, no de los jugadores. Agregó que su hijo de seis años tiene profesores excelentes, que le enseñan “cosas que a su edad yo ni me imaginaba que existieran”.
Los críticos, dijo Cascarino (queriendo decir “mi colega Samuel”), confunden formación con administración.
Samuel contraatacó diciendo que el hijo de Tony está bien atendido a los seis años, pero que cuando cumpla 10 lo pondrán en una cancha de adultos “y el juego será de potencia y muy poco más”.
El tema saltó del Times al Observer. En la edición del domingo pasado, 25 de noviembre, Marcus Christenson y Luke Gosset entrevistaron a técnicos de .
A todos les preguntaron a qué edad los chicos comenzaban a jugar en campos de adultos, con porterías reglamentarias.
La mayoría de los entrevistados dieron la razón a Samuel. En Brasil, los chicos comienzan a jugar en campos de adultos a los 12 años; en Holanda también a los 12, lo mismo que en Alemania; en Suecia, a los 13; en Francia entre los 12 y los 13; y en España entre los 13 y los 14.
Argentina, en cambio, comparte en esto la costumbre inglesa de hacer jugar a chicos de 10 años en campos reglamentarios. “No es lo ideal”, dijo Gerardo Salorio, preparador físico de los equipos juveniles argentinos. “Tenemos problemas con la calidad de los porteros y defensores que producimos: chicos de 10 años en arcos de medidas reglamentarias reciben numerosos goles y se desaniman; a los defensores les pasa lo mismo”.
En Francia, los chicos de 10 años todavía juegan en campos reducidos, en equipos de seis o siete jugadores, y no sólo en superficies de césped, sino también en cemento, asfalto o tierra batida, para mejorar la técnica.
Técnica, técnica, los consultados destacaron esto como la prioridad en la formación de los chicos a esa edad de 10 años mencionada por Samuel.
También en esto la excepción fue al argentino Salorio, quien dice que los defectos del sistema son compensados por la prédica de “una actitud ganadora: nuestros chicos juegan un fútbol competitivo tan pronto como pueden caminar”.
Y después compara a los chicos argentinos e ingleses, con una anécdota deliciosa: “En el torneo de Toulon de 2003, cuando Argentina le ganó a Inglaterra 8 a 0, los chicos ingleses se sentaron cómodamente en sus asientos en el ómnibus de regreso al hotel. Honestamente, si mis chicos hubieran perdido así, los habría obligado a caminar”.
Salorio bromea, claro, pero no mucho.
El cuadro ofrece material para las dos interpretaciones, la de Samuel y la de Cascarino. Los chicos brasileños, holandeses, franceses y españoles dedican más tiempo a la formación técnica, pero lo mismo ocurre con suecos y alemanes, cuya habilidad no está a la altura de aquéllos.
En el caso de Argentina, el testimonio de Salorio explica el porqué de la gran capacidad competitiva del futbolista argentino, pero queda un misterio por resolver: si los chicos siguieran jugando un par de años más en campos reducidos, ¿surgirían más jugadores de gran categoría técnica?
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Amigo Raúl,el fútbol es un"Juego",no es casualidad que 2 de los mejores en la historia hayan aprendido solo jugando.....Me refiero a Pelé y Maradona,sin mencionar los grandes jugadores de mi país,Uruguay,que en la decada del 40 y 50 del siglo pasado iban a jugar a las 15 hs,y ,como excepción almorzaban a las 10y30,comidas fuertes y pesadas,lo cual no impedía que jugaran muy buen futbol"4Títulos Mundiales"2 olímpicos y 2 Rimet.Y al pasar añado,ninguno de esos equipos tenía director técnico,solo equipier......Saludos Mario
Hola a todos,
El tema da para la polémica, por ejemplo, en mi país, Venezuela, no surgen grandes futbolistas (aunque tenemos algunos buenos, ninguno famoso). Y fui jugador amateur y puedo asegurar que entre los 8 y doce años existían y existen en Venezuela chicos con gran habilidad, con gran técnica individual pero faltos de físico, que terminan por rezagarse y cediendo el paso a otros, más toscos pero fuertes. Para mí la cosa no esta en los chicos (que siempre existirán unos hábiles y otros fuertes), esta en los gustos de los entrenadores, si gustan de los fuertes, estos serán seleccionados, si gustan de los hábiles, así serán los profesionales de dicho país. Esto explica que los alemanes no sean tan hábiles... simplemente el gusto de sus entrenadores es ese. En Brasil, buscan habilidad, en Venezuela... los más "caimanes"... las diferencias se explican por la cultura futbolistica, de sus entrenadores.... Saludos
el problema de los futbolistas europeos y más aún de los países europeos ricos es que sus futbolistas son forjados desde pequeños en laboratorios de fútbol (escuelas creo que les llaman ahora) y eso impide el desarrollo normal del niño a nivel futbolistico, acá eso en sudámerica se le llama "tener barrio" es decir aprender por si solo dejar que el propio niño forje sus habilidades.Recuerden el vídeo de Maradona de niño dominando el balón en una cancha de tierra con zapatos destruidos y una pelota que era mas cuadrada que redonda. por mucha corrección técnica de Gerrad jamas le igualara
Sobre este tema de la diferencia de espiritu competitivo, recuerdo unas declaraciones del portero argentino Roberto Bonano, que fue portero de aquel Barcelona de la era pre-ronaldiho en que el Barza llego a ser un equipo de media tabla para abajo.
Bonano se extrañaba mucho de que despues de perder un partido el se sentia hecho tierra, y sin embargo la legion de holandeses que mayoreaba en aquel barza se iban al hotel escuchando musica tranquilamente como si nada hubiera pasado.
Cosas de caracter supongo, para los aregntinos el futbol es un juego, pero como solo puede ganar uno, es mejor que sean ellos. Supongo que a la hora de enfrentarse a un deporte de competencia, esta es una filosofia bastante util.