Cerca de mi casa quitaron una cabina telefónica. Por ahà pasaba yo todos los dÃas constatando su soledad. Alguna que otra vez vi a alguien usarla, gritando en su interior o descargando sobre el indefenso aparato un momento de mal humor.
Pero mi cabina no es la única que está desapareciendo. En todo Londres, en todo el Reino Unido y en otros paÃses como Estados Unidos y España, los cuatro muros de privacidad telefónica están en peligro de extinción.
En 1980 habÃan en esta isla británica 73.000 cajas rojas como las que ven en la foto de arriba. En 2008 sólo quedaban 2.800.
Y es que ¿±ç³Ü¾±Ã©²Ô usa una cabina telefónica en estos dÃas?
Lea el resto de esta entrada
México podrÃa aprobar un impuesto a internet del 3% en los próximos dÃas. Argentina está cerca de autorizar impuestos adicionales a los productos tecnológicos. Y el Reino Unido propone gravar con un impuesto el acceso a internet de alta velocidad.
Y sola, allá en el norte del mundo, Finlandia decide estipular que el acceso a internet por banda ancha es un derecho fundamental.
En el fondo la pregunta es simple: ¿es internet un derecho o un lujo?
Lea el resto de esta entrada
Esta semana puso a disposición de varios paÃses en el mundo su lector de libros eléctronicos. Casi de inmediato se generó un furor en internet anunciando -en varios sitios- que estábamos frente al futuro de los libros.
Pero ¿realmente es a²õÃ? Sà y no. Primero permÃtanme explorar el ²õÃ. Cada vez hay más dispositivos en el mercado para leer una mayor cantidad de textos que se suman a la moda electrónica.
Lean también:: "El futuro de los libros"
Kindle no es el único lector de libros electrónicos disponible en el mercado. -tradicional competidor de Amazon en Estados Unidos- estarÃa por sacar a la venta su propio dispositivo; tiene también varios de estos dispositivos e incluso hay una empresa británica, un tanto desconocida, que también ha logrado altas ventas con su dispositivo Y hay más.
Lea el resto de esta entrada
En el principio internet era social y, desde el principio, los internautas quedaron expuestos. Lo que se dice, lo que se opina es del dominio público.
Antes eran los foros de discusión, hoy son , y , entre otros. Lo que decimos, lo que nos preocupa, lo que nos hace reir queda registrado para siempre.
En las redes sociales cuando borramos algo, no lo borramos. El sistema lo desaparece de la mirada pública pero lo mantiene en sus archivos a menos que, persistentemente, solicitemos a la red social que lo borre por completo.
Lea el resto de esta entrada
El miércoles internet vivió un ´Ú±ð²Ôó³¾±ð²Ô´Ç de mercadotecnia de la mano de Google. Desde los primeros minutos del dÃa aparecieron innumerables notas anunciando que la empresa iba repartir 100.000 invitaciones para el prelanzamiento de , su nueva apuesta en internet.
Las invitaciones serÃan dirigidas a gente que habÃa registrado su entusiasmo desde hace semanas en una página web. El único problema era que se habÃan inscrito más de un millón de personas y Google sólo repartirÃa invitaciones a "una mezcla de empresas, escuelas y desarrolladores", es decir, la posibilidad de que miles de usuarios se quedaran sin invitación, pero con mucha curiosidad, eran muy altas.
El entusiasmo aumentó durante el dÃa cuando se supo, además, que cada invitación a Wave llegarÃa con otras ocho invitaciones, para que el nuevo usuario pudiera invitar a sus amigos, colegas o familiares a sumarse al nuevo producto.
No es de extrañar entonces que cuando el miércoles llegaba a su fin, en el sitio de subastas por internet esas invitaciones adicionales se cotizaban hasta en US$90 y en sitios como se leÃan cosas como "¡Hey! ¿alguien tiene una invitación para Google Wave que me pueda compartir" o "¿qué debo hacer para conseguir una invitación?" y otras expresiones por el estilo.
Pero ¿por qué tanto furor? ¿de qué se trata todo esto?
Lea el resto de esta entrada