Las apps son el futuro (rÃan o lloren)
Las apps, esos pequeños programas que se descargan en teléfonos inteligentes y tabletas, están creciendo a pasos agigantados. Los productos de Apple tienen a su disposición más de 220.000 apps, Android más de 60.000. Y hay miles más creadas por productores independientes.
Se estima que estos programas se han descargado cerca de 7.000 millones de veces. Se espera que para el 2020 existan más de 20 millones de estos productos en el mercado, representando una competencia importante para la web.
Poco a poco, entre modas y tendencias, las apps han hecho una °ù±ð±¹´Ç±ô³Ü³¦¾±Ã³²Ô silenciosa. Están tomando internet y eso no necesariamente es bueno.
Para entender sus virtudes y consecuencias hay que mirar a su modelo de negocio y a su modelo de contenido.
El negocio es simple. Los programadores construyen apps y después las ponen a disposición de los usuarios de dispositivos inteligentes. La excepción son los productos de Apple en donde la empresa ejerce un férreo control sobre las aplicaciones; para llegar a la Apple Store, las apps tienen que ser aprobadas primero por la empresa de la manzana.
Pero si tienen éxito siguen el mismo camino que en Android: se convierten en uno más entre decenas de miles de competidores. Para que tengan éxito deben esperar que la tienda del producto las promueva en la página de inicio o que el efecto "boca en boca" sea multiplicador.
Si pasan todas esas barreras, entonces las apps que están a la venta comienzan a cosechar dinero. Los programadores reciben aproximadamente el 70% de las ganancias y los dueños de las plataformas (léase Google o Apple) reciben un 30%.
Si la aplicación se ofrece en forma gratuita entonces la apuesta de ingreso es vÃa publicidad. Google ofrece el servicio Ad Mob para mostrar anuncios en las apps, y Apple hace lo suyo con iAd.
La ruta es clara. No todas las miles de aplicaciones que existen son un jugoso negocio, pero algunas de ellas logran ingresos ±ð²õ³Ù°ù²¹³Ù´Ç²õ´Úé°ù¾±³¦´Ç²õ.
En lo que al contenido se refiere la cosa no es tan sencilla. Apple, por ejemplo, filtra aplicaciones que tengan temas "para adultos" porque dice que sus productos son familiares. Android publica cualquier cosa.
Muchos de estos programas sirven para acceder a redes sociales o para jugar. Otros más proveen contenido. Y son los medios de comunicación los que están viendo a las apps como al salvavidas que les permitirá sobrevivir económicamente en la era digital.
La mayorÃa de periódicos y revistas más importantes del mundo han desarrollado aplicaciones para varias plataformas y han saltado al ±¹²¹²µÃ³²Ô del prematuro éxito del iPad, desarrollando programas de paga para la tableta.
Las apps son un ±è²¹°ù²¹Ã²õ´Ç para estas empresas. Son plataformas cerradas, no se puede bloquear la publicidad y los editores deciden qué información comparten y cuál no.
El futuro está lleno de aplicaciones. Tienen una atractiva interfaz, son rápidas y no requieren que los usuarios escriban complicadas direcciones de internet en un navegador. Además a algunos les generan ingresos.
Entonces, ¿cuáles son los riesgos?
Hasta hoy -a pesar de uno que otro intento en contra- internet y la web son un mundo libre. Un mundo interconectado. Un lugar para enlazar y ser enlazado. Un lugar abierto, no una cápsula empaquetada.
Las apps, por su parte, son cerradas. Su contenido no se puede enlazar desde otro sitio, los cambios que el usuario puede hacer en ellas son mÃnimos. Las aplicaciones -sean de Apple, de Google, de Nokia o de Blackberry- son un mundo en sà mismas.
La web tiene competencia y ésta crece a pasos agigantados.
Y ustedes qué piensan: ¿es mejor un futuro con apps o uno en donde la web siga siendo la reina?
ComentariosAñada su comentario
Definitivamente no es lo mejor, los códigos cerrados siguen el mismo patrón del Windows y de Mac, y peor aún, las mismas empresas pueden controlar el software, su distribución y la publicidad. Ese patrón es que el mundo no se beneficia en nada de la creación ni tampoco se distribuye el conocimiento. Los únicos que al final se benefician son las grandes empresas que tienen ganancia sin necesidad de invertir mayor cosa. El mundo entero es el perdedor, debido a la visión comercial de unos pocos y a los borregos que compran esos productos.
LIBERTAD!!!
Seria interesante un mundo de aplicaciones sin el mundo web quizás asà ya no se filtrarÃan virus en las computadoras.
Me gustarÃa que en un futuro no muy lejano me gustarÃa ver apps para OS.
Me gustarÃa ver como la tecnologÃa se amolda y la cobertura en los teléfonos móviles aprovechando el Mundial y los Juegos OlÃmpicos pero me gustarÃa verlo en otra entrada y cuanta ganancia genera estos eventos en el negocio de los moviles
Internet es muy amplia y dinamica en si misma. Desde siempre ha existido espacio para "pago" "gratis" "abierto" - la idea es conservar la estructura de internet de apertura. El problema sera cuando sea un ambiente cerrado y censurado. Saludos desde Colombia
Los usos de ambos son diferentes, pienso. Las aplicaciones tienen un uso mas especifico mentras que el uso del internet es mas general. Por ejemplo, no hay ninguna aplicaciones que me permita leer especificamente el blog de David Cuen Un Mundo Feliz? En ese caso utiliso el internet. Creo que la web seguira siendo la reina, dificilmente habra una aplicacion que la pueda sustituir.
la respuesta comoda es la que reinará. como nuestra mentalidad carece de una cociencia de comunidad, de grupo social, y nuestros conocimientos carecen de conceptos que nos faciliten entender las incidecias sociales y la importancia de estos cambios, la mentalidad individualista es la que reinará asà como ha reinado, en ese sentido, si las apliaciones resuelven MIS necesidades, y no ME representa problemas, y esta bien para MI bolsillo, eso será lo que escojere. poco a poco la humanidad como sociedad dejará de serlo, las instituciones desaparecerán, y pasaremos a ser un puñado de hormigas haciendo lo que la red diga y moviendo el tracero para donde la red diga que se mueva... y es ahi cuando Pinki y Cerebro lograran conquistar al mundo!!!
Obviamente que es preferible lo público y casi gratuito que lo encriptado y pago. Pero para mantener la WEB y evitar la privatización de la informática como de otros bienes y servicios es necesario que los ciudadanos nos movilicemos creando ámbitos de resistencia y propuestas alternativas a la lógica mercantil de las corporaciones mercantilistas que pretenden crear y gobernar un mundo a su medida. En definitiva se trata de declarar como servicio público a la industria de la computación para que esta sea puesta al servicio de la humanidad y no de los accionistas y directivos de las corporaciones privadas com APPLE y MICROSOFT.