El testamento de internet
![Imagen de una figura humana sobrepuesta a la de un circuito electrónico.](/staticarchive/e5b406c14df652bd94221cb8f9953f8f6ec0b0ae.jpg)
La red no sólo nos hace pensar en forma diferente, también registra lo que ocurre en nuestras vidas con una precisión libre de emociones o juicios, sólo basándose en los datos.
Desde hace tiempo una serie de proyectos permiten que nos adentremos en una máquina del tiempo y naveguemos en un archivo digital de memorias personales, colectivas o académicas que se han publicado en la red desde sus primeros dÃas.
Y ahora los servicios de geo-localización, como Foursquare o Gowalla, se están convirtiendo -involuntaria y voluntariamente- en registros fidedignos de nuestras vidas, recordando mejor que nosotros lo que hicimos en un momento dado.
El vasto contenido de internet está siendo catalogado por varias instituciones en el mundo, incluyendo la gigantesca Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, quienes ven en la red un legado de la historia y cultura humana que servirá como un testimonio de nuestras vidas para futuras generaciones.
Sitios como permiten a los usuarios retroceder en el tiempo para ver cómo era una página web años atrás.
![91Èȱ¬ Mundo, hace diez años](/staticarchive/f272a7cf9b8951305b50924994f0d8637c2f4cd6.jpg)
Otros sitios no sólo guardan copias de lo que se publica en internet; también tratan de indexar los contenidos y curarlos.
La , en Europa, se dedica a ello.
Pero ³¾Ã¡²õ allá de la memoria colectiva, internet también registra la memoria personal.
Todo comenzó cuando en 1994 Steve Mano dio vida al proyecto del registro de vidas, mejor conocido como lifelogging.
Armado con una cámara web y gadgets adaptados a la medida, Mann comenzó a transmitir y grabar su vida las 24 horas del dÃa, los 365 dÃas del año, vÃa internet.
Y aunque la historia puede parecerse a la pelÃcula The Truman Show, lo cierto es que la única motivación era lograr que su vida quedara registrada en la red.
Su proyecto cobró tal fuerza que terminó creando una comunidad de decenas de miles de activos escribanos de registros de vidas.
Pero los complicados aparatos e indumentarias que los entusiastas tenÃan que emplear hacÃan »å¾±´Ú󦾱±ô la actividad.
Ahora, con la ±ð³æ±è±ô´Ç²õ¾±Ã³²Ô de dispositivos móviles y cámaras, la actividad se ha vuelto ³¾Ã¡²õ sencilla.
Quizá por ello no es de extrañar que Facebook haya decidido transformarse y ser cada vez menos una red social y cada vez ³¾Ã¡²õ un gigantesco diario.
No es el único. Sitios como y tienen como propósito ser memorias digitales de sus usuarios.
Pero recientemente los lifeloggers se han hecho de nuevos aliados en servicios como Foursquare o Gowalla.
Un sitio llamado 4squarefor7years utiliza -con nuestro permiso- los check in que hacemos en Foursquare y nos recuerda donde estábamos y que estábamos haciendo un año atrás, si es que ya usábamos el servicio.
Sus creadores -según la revista Wired- creen que el servicio ayuda a que tengamos una fotografÃa ³¾Ã¡²õ exacta y menos difusa de nuestras actividades pasadas.
Gowalla, que comenzó como una aplicación de geo-localización, se trasformó hace unas semanas en un diario digital, "un pasaporte electrónico que registra los lugares en los que hemos estado y por qué son importantes para nosotros", me dijo su fundador Josh Williams.
Querámoslo o no, internet recuerda y si le ayudamos recuerda ³¾Ã¡²õ.
¿Y los usuarios qué piensan?
"Me gusta para recordarme lugares y asuntos, no me gusta porque entonces piensa que HOY me siguen gustando esos lugares y asuntos", me dice @cavalenzu.
"De alguna manera es bueno porque también se puede obtener una fama póstuma. Lo malo es que los errores pueden perdurar", afirma @ecosnaturales vÃa Twitter.
En Google+ Eddie Ajalcriña piensa: "Lo primordial es asegurar que cada usuario tenga completo control de su huella en la web, asà cada uno podrÃa decidir eliminarla o mantenerla según su necesidad, y evitar que terceros (empresas, estados u otros) , puedan hacer mal uso de nuestra información".
Y Sergio Zalamea agrega: "A mà la verdad no me asusta, lo que me asusta cada vez ³¾Ã¡²õ es que yo no lo recuerde".
La huella de internet pretende ayudar a la humanidad a no olvidar; el rastro que nosotros dejemos en la red depende de las acciones de quienes quieran contribuir a su legado.
SÃganme en , y .